Por: Enrique Carpizo.
Antes el candidato debía ser palomeado por las altas esferas del partido en el poder o elegido por quien tenía la facultad de dar el cargo al que aspiraba, pues mandar a la mayoría en el congreso o en una institución era simple tráfico de influencias.
Después, con la expansión de la educación y de la información en medios de comunicación, principalmente durante el sexenio de Vicente Fox, algunos partidos se percataron que no debían seguir proponiendo candidatos desechables, es decir, sin ningún mérito más que ser familiares, amigos o compadres de mafiosos en el poder, por eso, formalizaron un poco la idea de buscar personas con “carisma” cercanos al pueblo para “ocultar” la compra del voto y la manipulación de la elección.
Así, el dinero invertido era sustentable debido a que el carisma del candidato les ahorraba una inversión mayor en la compra del voto: un secreto a voces en la democracia de México que por mucho tiempo abonó al llamado voto duro. Para desventaja de la mafia partidiaria, el costo del voto se fue elevando porque algunos ex gobernantes o ex funcionarios —conocedores de los montos económicos y manejos reales en una elección— abrieron agencias con exquisitos servicios para ganar elecciones, servicios que —presuntamente— iban desde el tráfico de influencias hasta la compra de funcionarios electorales y del voto ciudadano, encuestas y medios a favor.
Aspectos que engrosaron los gastos al punto que los candidatos se esforzaron más en su carisma para conseguir mayores seguidores y ahorrarse gastos a la hora de contratar servicios y comprar el voto, pues no es lo mismo pagar 10 mil votos que pagar 100 mil votos.
Algunos candidatos y funcionarios, al parecer, invirtieron con televisoras o managers para tener novias o tratos con artistas populares y así aumentar su fama. Sin embargo, sus esfuerzos en ser famosos y aceptados, se enfocaron en clase media, clase media alta y clase alta ¿por qué? porque al parecer —en países ajenos a México— una parte de la clase alta da dinero para comprar el voto o manipular la elección con tal de verse beneficiada en contratos o licencias.
El candidato, con el dinero de la clase alta, empresarios o funcionarios millonarios, adquiría sus herramientas para abobar a la clase media, clase media alta y alguno que otro de escasos recurso o despistado.
Lo anterior, debido a que en países tercermundistas, existen personas que aún se dejan cautivar por candidatos que se dan una vida de lujo a través de autos, mansiones, mujeres u hombres, entrevistas o fama de ser hábil, es decir, corrupto para “arreglar” las cosas, etc. De esa manera, las elecciones caminaban muy bien, la clase media y clase media baja, comprendía que si la clase alta apoya a Pedro, ellos debían hacer lo mismo para no quedarse sin trabajo, pues si llega Luis que no es el favorito del empresario o funcionario millonario, la empresa o el negocio se acababa y quedaban sin empleo.
Si nos damos cuenta, tanto la clase media y la clase media alta como la clase alta, eran beneficiados directos o indirectos por el partido o funcionario en el poder, pero se olvidaron de la clase pobre, se olvidaron que México es un país con más de 60 millones de pobres que, como ciudadanos, también votan o pueden votar. Lopez Obrador, se fijó en los pobres y ganó la confianza de la gente con menor ingreso, sin desdeño de algunos “ricos”, por eso triunfó en la elección presidencial después de muchos años de hablarle al oído a los pobres.
Y lo peor para la oposición no es que Amlo haya ganado, sino que, al parecer, no se ha perdido del todo en el poder y con el dinero público, ¿a qué me refiero? a que las mieles del poder no le han hecho olvidarse de millones de pobres mexicanos y a algunos les ha dado una pensión, apoyo o recursos que nunca habían tenido. Los políticos de ayer, jamás pensaron que alguien se fuera a resistir al dinero y al poder para ocuparse de los olvidados en México, ni siquiera que alguien intentara pagar la deuda externa con tanta franqueza, por eso, esa gente invisible que “arruina” los paisajes de Santa Fe, Cdmx o inunda el centro histórico de la capital del país, sigue al pie del cañón con AMLO.
López Obrador se ocupa de los pobres y cada día les aumenta los apoyos y si antes los mafiosos tenían que invertir 500 o 700 millones de pesos en la manipulación del voto para ganar una elección estatal, ahora deberán invertir el cuádruple, aspecto que no está siendo redituable. Los apoyos económicos a jóvenes, adultos mayores, desempleados, madres solteras, etc., son contundentes y eso que solo se está haciendo lo que se debió hacer desde hace mucho tiempo.
Ahora mi pregunta a la oposición es ¿Cómo piensan hacer para competir contra Morena o Amlo? Hoy las elecciones siguen siendo no de convicción por el mejor, sino de dinero, pero mucho más dinero; y antes de responder mi pregunta, primero analicen algunas otras cosas, tales como:
1. La oposición está en manos de varios responsables de la debacle del país y eso les perjudica y es muy difícil de cambiar gracias a la corrupción interna; 2. La oposición está económicamente quebrada y muchos empresarios no quieren saber de ustedes; 3. Las elecciones hoy, no partirán de que les hablen bonito a la gente o de que salgan en anuncios gigantes pidiendo apoyo. Las elecciones de hoy se basan en votar por quien apoya con dinero a la gente, debido a que México es un país con carencias pues así lo dejaron desde hace varias décadas; y 4. Será de risa que se acerquen a pedir el voto a gente pobre de la cual ustedes se olvidaron por años, quienes quizá digan: claro, votaré por ustedes para perder lo que llevo ganado.
¿Esa es la estrategia o siguen apostando al voto duro que ya no alcanza ni para el arranque? Para el lamento de algunos, Morena y López Obrador lleva dos años de apoyo a la gente pobre y eso encarece la inversión humana y económica en la elección, por tal razón, muchas organizaciones delictivas, al parecer, ya no les conviene apoyar a los corruptos de siempre, en este punto me refiero o otros países, debido a que en México, no pasa eso, es decir, el narco no tiene que ver con políticos o elecciones.
Quizá tengan la respuesta a mi pregunta y tal vez de nuevo sea errónea, pues no se puede generar un cambio si algunos responsables de la crisis siguen al frente de la oposición. A mi me queda clara la ruta para ser una oposición de verdad, me queda claro el camino, sin embargo, a ustedes parece costarles mucho comprender lo evidente.
Con el próximo ensayo de gobierno federal sobre revocación de mandato presidencial, tendré nuevos y mejores elementos para opinar igual o cambiar de opinión.
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Fuente: #EnriqueCarpizo#JuicioTv