El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que en su administración “no hay permiso para espiar”, y subrayó que el gobierno federal, a través, del Centro Nacional de Inteligencia, que encabeza el general Audomaro Martínez Zapata, realiza investigaciones para “no usar la fuerza”, y a fin de conocer sobre “movimientos y operaciones de la delincuencia organizada, básicamente.
En ese sentido reveló que gracias al uso de esas labores de inteligencia «se le salvó la vida» a Omar García Harfuch, pues unos días antes de su atentado se «registró una llamada», por lo que Harfuch comenzó a utilizar una camioneta con blindaje.
En conferencia matutina en Palacio Nacional, señaló que su administración “no hay ninguna instrucción para que se espíe a ningún opositor ni a ningún periodista, además ¿para qué vamos a espiar?” No espiamos a nadie, reiteró, «no es el tiempo de los gobierno neoliberales”.
Tras rechazar que su gobierno haya incurrido en espionaje, a pregunta directa de un medio de comunicación sobre el caso de un defensor de derechos humanos y dos periodistas, explicó espiar “es un acto de deshonestidad y falta de principios”.
Práctica que, dijo, “padecimos muchos años”. Como ejemplo, citó un reporte de 1979 sobre las reuniones que sostenía con dirigentes políticos, suscrito por el entonces titular de la Dirección Federal de Seguridad, Miguel Nazar Haro, donde se especifica lugar, hora, tema abordado e identidad de quienes participaron en un encuentro, cuando el mandatario federal era representante del Instituto Nacional Indigenista en Nacajuca, Tabasco.
Fuente: La Jornada Maya