Unos dos mil migrantes avanzaron hasta la mitad de Puente Internacional Santa Fe, línea divisoria entre México y Estados Unidos, en Ciudad Juárez, para presionar y exigir a las autoridades estadunidenses su ingreso a aquel país.
En una primera acción, los migrantes, centro y sudamericanos en su mayoría, rebasaron un punto de revisión de autoridades mexicanas en el referido puente, también conocido como Paso del Norte, que limita Ciudad Juárez y la ciudad de El Paso, Texas, Estados Unidos y luego intentaron ingresar por la fuerza a Estados Unidos.
El objetivo de los migrantes fue ejercer presión y llamar la atención de las autoridades estadunidenses para que les otorguen permisos y les permitan cruzar para ir en busca del llamado «sueño americano».
Los agentes migratorios de Estados Unidos los esperaban armados y para impedir su paso instalaron una concertina de seguridad, es decir, alambre de cuchillas enrollado, para evitar que cruzaran ilegalmente.
Debido a la llegada de más migrantes, sus reclamos fueron en aumento hasta que las autoridades estadunidenses golpearon a los que intentaban cruzar al tiempo que los amenazaron con armas de fuego.
La ciudad fronteriza mexicana prácticamente está colapsada por la llegada masiva de migrantes.
Además, los albergues están a su máxima capacidad y los migrantes que no alcanzan refugio duermen en las calles, enfrentando las bajas temperaturas de la región. En cuanto a alimentación y abrigo, los migrantes han sido apoyados por la comunidad de Ciudad Juárez.
La región vive un flujo migratorio récord, con 2.76 millones de personas indocumentadas detenidas en la frontera de Estados Unidos con México en el año fiscal 2022.
Al menos ocho personas murieron después de que dos barcos pesqueros naufragaron frente a la costa de San Diego, California, en una aparente operación de contrabando de migrantes.
De acuerdo a la identificación siete eran mexicanos, informaron funcionarios de México este lunes.
Los equipos de emergencia de San Diego comenzaron una operación de búsqueda y recuperación el sábado por la noche, después de recibir una llamada al 911 de una hispanohablante sobre barcos pesqueros en peligro frente a la costa de Black’s Beach de San Diego; dijo que ella era una de ocho pasajeros en una embarcación que llegó a la orilla y que otras 15 personas viajaban en otro bote que zozobró.
Los equipos llegaron para encontrar dos barcos de pesca volcados en un área de 366 metros, y se recuperaron ocho cuerpos del agua y la playa, dijo el jefe de la División de Salvavidas de Bomberos y Rescate de San Diego, James Gartland.
«Ésta es una de las peores tragedias de contrabando que se me ocurren en California, ciertamente aquí en la ciudad de San Diego», dijo Gartland.
La identificación preliminar se basó en los documentos encontrados en los cadáveres una vez que fueron recuperados, señaló el consulado mexicano en San Diego mediante un comunicado de prensa. De momento se desconoce la nacionalidad de la octava víctima.
El consulado no dio a conocer la edad, género ni demás información sobre los fallecidos en una de las operaciones marítimas de tráfico de personas más letales en aguas estadunidenses. Los rescatistas han dicho que todas las víctimas eran adultas.
La Guardia Costera suspendió su búsqueda el domingo. Los sobrevivientes podrían haber escapado por tierra, incluida la mujer que llamó al teléfono de emergencias. Las autoridades desconocen el paradero de todos ellos.
La Patrulla Fronteriza reporta cientos de intentos conocidos de tráfico de personas cada año en la costa de California. El cónsul general de México en San Diego, Carlos González Gutiérrez, recomendó el lunes no realizar la peligrosa travesía.
“Las personas que planeen cruzar la frontera hacia los Estados Unidos por tierra o por mar deben saber que los traficantes de personas se aprovechan de su necesidad para obtener dinero ilícito, distorsionando la realidad, creando falsas expectativas y exponiéndolos a condiciones de alto riesgo en las que pueden perder la vida”, puntualizó.
Fuente: La Jornada Maya