El 4to aniversario de la instauración del día de Corea en Campeche
A finales del Siglo XIX la península coreana se encontraba sufriendo los estragos de las guerras e intereses expansionistas de los 3 Imperios que la rodeaban: Rusia, China y Japón.
Rusos y Chinos durante décadas contenían los intentos de Japón por adueñarse de la Península Coreana y la Manchuria, territorio hasta donde diferentes reinos coreanos tenían influencia y presencia, guerra tras guerra los nipones fueron logrando imponerse a sus vecinos y ahogar a los reinos coreanos en hambrunas y pobreza.
Era la situación imperante en 1905 cuando más de mil coreanos se embarcan con destino a México, a trabajar en las haciendas henequeneras para cumplir un contrato de 4 años de trabajo con las falsas promesas de muy buenas condiciones de trabajo y excelente pago.
Coincidentemente, el término del contrato y el finiquito de la deuda con el patrón se dan en el mismo tiempo en que los japoneses invaden todo el territorio coreano y lo proclaman como colonia japonesa. Invasión que duraría 35 años y forzaría a los inmigrantes coreanos a olvidarse de regresar a su tierra y hacer su vida en su nueva morada.
En mayo de 1905 arriban a tierras mexicanas por el Puerto de Salina Cruz, Oaxaca; trasladándose posteriormente por tren a Coatzacoalcos, Veracruz donde los embarcan rumbo al Puerto de Progreso, Yucatán.
Fueron repartidos por toda la geografía yucateca para trabajar en las diferentes fincas productoras de Henequén donde fueron sometidos a condiciones infrahumanas para trabajar y vivir.
En 1910 son libres de partir, de dejar las haciendas y buscar regresar a su tierra. Pero su nación había dejado de existir, era parte del Imperio Japonés y su pueblo sufría su pérdida de soberanía y la imposición de otra cultura e identidad.
Los inmigrantes coreanos deciden buscar otras oportunidades en México, país que con el paso de los años se convierte en su nueva morada y ellos se van estableciendo en diferentes partes del país, quedándose la mayoría en Yucatán pero muchas minorías descubriendo nuevos lugares para reiniciar su vida.
Para 1920 varias familias coreanas llegaron a diferentes lugares de Campeche atraídos por la industria del chicle, procesado de la resina del chicozapote, y durante los siguientes 30 años se asentaron en la Capital del Estado y la ciudad de Champotón, donde se dedicaron a la agricultura, ganadería y al comercio.
Poco a poco se murió la ilusión de regresar a Corea y fueron naciendo nuevas generaciones con descendientes de la fusión de la cultura coreana y mexicana.
Encontramos en el estado de Campeche los apellidos Lee, Chang, Park, Toh y Chong, este último el más popular entre los descendientes de coreanos del estado de Campeche, siendo una de las familias más grandes de descendientes de coreanos en México, teniendo su mayor presencia en Champotón, Tijuana y San Francisco de Campeche, además de otros estados del país; así como en California y Alabama, en el vecino país del norte.
Hoy, a 118 años de la partida de nuestros ancestros desde el Puerto de Chemulpo en Incheon, Corea del Sur, empieza a crecer la quinta generación de descendientes de coreanos mexicanos y lo que inició como una historia trágica y dolorosa, los descendientes de aquellos inmigrantes queremos transformarlo en una bendición, porque somos la mezcla de 2 culturas maravillosas y ancestrales, admiradas por el mundo.
Gracias!!
Que viva México y que viva Corea!!